Alberto Fernández se desentendió de la crisis en Argentina y realizó su gira internacional

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El presidente de Argentina, Alberto Fernández inició en agosto una gira internacional que lo llevará por cuatro países en un mes. Primero, estuvo en Asunción de Paraguay; después, en Nueva Delhi, India, y la gira continúa: Fernández aterrizó este jueves en La Habana para asistir a una cumbre internacional y el domingo volará a Nueva York, donde participará en la asamblea general de Naciones Unidas. El presidente argentino, que entregará el bastón de mando en diciembre, ha pasado poco más de una semana del último mes fuera del territorio nacional mientras el país transita la recta final de una campaña electoral marcada por la crisis económica y el ascenso de la ultraderecha. Antes del fin de su mandato, es posible que también viaje a Pekín.

Los viajes fueron a Paraguay, India, Cuba, Estados Unidos, Alberto Fernández toma distancia de la crisis y cultiva su perfil más internacional

La serie de viajes que Fernández organizó fuera del país el último mes inició el 15 de agosto, dos días después de las elecciones primarias en las que el peronismo gobernante quedó tercero y el partido de extrema derecha La Libertad Avanza, liderado por Javier Milei, fue la fuerza más votada. El mandatario ya había estado alejado de la campaña antes de las primarias de agosto, al igual que su vicepresidenta, Cristina Kirchner, y había dicho que lo hacía “con mucho esfuerzo”. Las dos principales figuras del oficialismo han mantenido la distancia en la previa de la primera vuelta de las generales del 22 de octubre.

La primera parada de la gira fue en Paraguay, donde el presidente asistió a la ceremonia de asunción del mandatario electo, Santiago Peña. Después, tenía previsto un viaje a Johannesburgo, en Sudáfrica, para asistir a la cumbre de los BRICS, entre el 22 y el 24 de agosto, pero ni él ni su canciller, Santiago Cafiero, asistieron. Fernández celebró la incorporación de Argentina al club de las economías emergentes desde la Quinta Presidencial de Olivos. Según trascendió, el Gobierno no había querido viajar sin tener la certeza de que el país sería aceptado. Fernández siguió entonces con su agenda en el país e inauguró algunas obras, participó en actos, recibió a las selecciones campeonas mundiales del fútbol femenino y masculino para personas ciegas y decretó retirar tres condecoraciones al dictador chileno Augusto Pinochet.

La primera semana de septiembre se subió otra vez a un avión. Viajó hacia India para participar en la Cumbre del G20. En Nueva Dehli, mantuvo reuniones bilaterales con los gobernantes de Alemania, Corea del Sur, Emiratos Árabes Unidos y Bangladesh y participó en una ofrenda floral a Mahatma Gandhi junto a otros líderes, como los presidentes de Estados Unidos, Joe Biden, o Francia, Emmanuel Macron. El argentino también repudió “los discursos antidemocráticos que asoman en todos los países” días después de que en Argentina la ultraderecha de Javier Milei atacara el consenso construido contra la dictadura durante cuatro décadas.

Fernández tenía agendado participar este lunes en la conmemoración de los 50 años del golpe militar en Chile, pero no llegó. Después de la Cumbre del G20 en India regresó a Argentina y este jueves viajó a La Habana para asistir a la reunión del Grupo de los 77 y China (G77+China), que se realiza el viernes y sábado en la capital cubana y en la que también participan el brasilero Luiz Inácio Lula da Silva, el colombiano Gustavo Petro o el boliviano Luis Arce. Allí, se encontrarán delegaciones de 134 países del sur global. El énfasis del encuentro estará en la ciencia y la tecnología para el desarrollo, pero también está previsto hablar sobre el medio ambiente, el orden económico mundial y la guerra en Ucrania.

Desde Cuba, Fernández viajará a Nueva York para participar, por última vez durante su mandato, en la asamblea general de las Naciones Unidas. La vocera presidencial, Gabriela Cerruti, dijo antes del inicio de la gira que el Gobierno también está valorando una invitación para ir a China “a seguir avanzando con el comercio bilateral y profundizar las relaciones”. La parada en Pekín sería para participar en el II Foro de la Franja y la Ruta para la Cooperación Internacional, aunque en Presidencia aún no confirman que esté en la agenda. Si ocurrieseí, el viaje será poco antes de la primera vuelta de las elecciones generales, los días 17 y 18 de octubre.

Desde que asumió la presidencia, hace cuatro años, Fernández ha participado en casi todas las cumbres internacionales y ha mostrado buenas relaciones con los líderes mundiales, desde el presidente de España, el socialista Pedro Sánchez, hasta la primera ministra italiana, la ultra Giorgia Meloni. “Argentina, y este Gobierno particularmente, siempre ha creído en el multilateralismo (…) Puedo hablar con Xi Jinping, con [Vladimir] Putin y con [Joe] Biden, y puedo ser parte del Bricsy nadie puede cuestionarme eso”, dijo Fernández este martes en la lI Conferencia de América Latina y del Caribe sobre Operaciones de Paz de la ONU, celebrada en Argentina.

Dentro del país, su imagen negativa es alta. Su mandato estuvo atravesado por una pandemia, una sequía histórica y el enfrentamiento con la vicepresidenta, Cristina Kirchner. A tres meses de terminar el mandato, Fernández gobierna un país que devaluó el 18% de su moneda nacional en agosto, que tienen una inflación interanual del 124,4%, donde uno de cada cuatro ciudadanos vive en situación de pobreza y con el Fondo Monetario Internacional esperando al nuevo Gobierno para volver a tocar la puerta y cobrar. La gestión de esa crisis está a cargo de Sergio Massa, actual ministro de Economía y candidato presidencial de la coalición peronista, Unión por la Patria, mientras Fernández prioriza la agenda internacional en el último tramo de su gestión.

El País de España