Aída González, la Secretaria General del Colegio de Profesores en Bolívar, dio un balance del cierre del año escolar 2022-2023 y las estimaciones para el que está por empezar, en vista de la falta de docentes y las deficiencias en las instituciones públicas
Los bajos salarios de los docentes, las condiciones de infraestructura de los planteles educativos públicos, las fallas en servicios básicos, entre otros factores, hacen prever al Colegio de Profesores en el estado Bolívar que el año escolar 2023-2024 comenzará igual de accidentado como culminó el año escolar anterior.
Me atrevo a decir que 90% de las instituciones no tienen profesor de biología, de química, de física, de literatura. Además de eso, tampoco cuentan con las condiciones necesarias para implantar lo que es el área de física, química, biología, que son los laboratorios, o sea, no existen laboratorios en ninguna institución pública del estado de Bolívar, expuso Aída González, secretaria general del Colegio de Profesores en la entidad.
Comentó que una preocupación del gremio docente fue el bajo nivel educativo con el que cada vez más egresan los bachilleres.
No tienen la preparación adecuada porque no se complementó en la parte académica. No lograron las materias que tenían que hacer. Además, años atrás, si tú reprobabas una materia, tenías que esperar para septiembre e ir a una reparación. Sin esa reparación no la pasabas e ibas diferido al año siguiente con esa materia. Hoy en día no, le hacen una, dos y tres, hasta que, bueno, si pasó con diez, pasó, cuestionó.
Entre las irregularidades que expuso González, comentó casos en que la nota de una asignatura como matemáticas, donde no contaron con el docente del área, al alumno le complementaron la nota según su calificación en otra materia como inglés, por ejemplo.
¿Cómo están haciendo las instituciones cuando faltan esos profesores? ¿No dan las clases o hacen un complemento?
—No están dando las clases, que es lo más grave. Lo segundo es que complementan esa nota de otra materia. Una señora me dijo: ‘Mi hijo nunca vio física’. Y yo digo, ¿cómo se graduó el bachiller? Bueno, le complementaron, porque era bueno en castellano, con esa materia.
Deserción docente
A esta situación se suma la deserción docente. Marina* pertenece a la nómina del Magisterio. Contó a Crónica.Uno que para el nuevo año escolar 2023-2024 decidió no reincorporarse a sus labores.
Seguiré dando tareas dirigidas desde mi casa y vendiendo helados y tortas. Gano más, porque ni nos cumplen con el contrato colectivo que sigue vencido”, denunció.
«Si antes de culminar el año escolar, los docentes hacían un sacrificio por ir dos o tres veces a clases, esta vez, con esto de que no tienen salario, menos van a ir”, agregó la profesora González, quien estimó que la deserción docente supere 80%.
La deserción estudiantil en el caso de las escuelas públicas la calcula por el mismo orden.
Estos niños no iban a las instituciones. Primero, que las condiciones en las escuelas son precarias. Ahí no hay ni siquiera el agua potable que es tan importante. Los baños no funcionan. El PAE nunca funcionó. Estos niños están cansados de que les dieran solamente arroz con frijol o un bollo solo con arroz, algo que no tiene nada que ver con una alimentación adecuada. Estos niños prefieren estar en la calle pidiendo. La población de niños en la calle aumentó, lamentó la representante del gremio docente.
La versión oficialista
En declaraciones a medios de comunicación y notas de prensa institucionales, la versión de la autoridad única en educación en Bolívar, Brizeida Quiñones, habla de un panorama totalmente distinto a lo que denuncian no solo el gremio de profesores, sino hasta padres y representantes.
A principio de agosto, Quiñones informó que las Brigadas Comunitarias Militares para la Educación (Bricomiles) se desplegaron en 179 centros educativos del estado Bolívar, para la recuperación de los planteles para el año escolar 2023-2024.
Entre esos centros educativos mencionó uno que desde el confinamiento por la pandemia padeció por los constantes hurtos y vandalismo. Se trata de la Unidad Educativa Nacional Ramón Isidro Montes, en San Félix. Su director, Ronald Danglad, señaló que las obras llevan 60 % de avance.
Entre los trabajos está la instalación de las piezas sanitarias, cambio de cerámicas en los baños, pintura en las áreas externas e internas, y trabajos en el sistema de agua y de electricidad.
Sin embargo, la secretaria del Colegio de Profesores cuestiona que en algunos planteles se trate solo de una fachada. En ese sentido, indicó que la escuela San Félix solo fue pintada, pero las graves filtraciones la mantienen en peligro de que el techo ceda.
“Inclusive, le hago un llamado a los bomberos, porque son responsables también. Ellos son los primeros que tienen que ir a una institución y decir: esta escuela no puede funcionar. Está pasando en la Escuela Bella Vista, que las vigas, el concreto se está cayendo, se cae a pedazos. Entonces puede suceder una desgracia. Todo eso se advirtió al Ministerio de Educación”, aseguró González.
Estimó que 90 % de las instituciones públicas no están en condiciones para recibir a alumnos y docentes. Esta situación incluye a las escuelas del sur y este de la entidad, donde los recursos son más precarios.
De público a privado
Pese a las dificultades para costear un colegio privado, que en parte conllevó a unos representantes a pasar a sus hijos a instituciones públicas, hay quienes hacen un esfuerzo por mantener a sus hijos en la educación privada o migran a ella.
«En mi caso busqué la forma para que mi hija ingresara a un Fe y Alegría que no es tan caro. El colegio donde estaba no aumentó, pero igual son 50 dólares que me cuesta pagar”, dijo Marisela Ramos, madre de una niña en edad escolar.
Ivania Saavedra, por su parte, con dos hijos en edad escolar, debe pagar 300 dólares entre inscripción y mensualidad de ambos hijos. A esto se suma los gastos de uniformes y útiles escolares.
“Necesitas como unos 400 o 500 dólares por cada uno para que tengan todo lo básico para empezar las clases, incluyendo el pago del colegio”, señaló Saavedra.
La mayoría de los colegios, hasta ahora, no han hecho incrementos en sus matrículas. Sin embargo, la Asociación Nacional de Instituciones Educativos Privadas (Andiep) estima que estos ajustes se hagan en octubre.
Jhoalys Siverio – Crónica Uno